
Bruno es un niño de nueve años que vive en Berlín, durante la Segunda Guerra Mundial. Un día su padre, oficial de las SS, es ascendido y trasladado al campo de concentración de Auschwitz, a donde se va a vivir toda la familia. El niño no comprende los cambios, ni entiende qué ocurre tras la alambrada que ve desde la ventana de su cuarto, ni quiénes son aquellas personas taciturnas que visten todas un pijama de rayas.
Aburrido y sin nadie con quien jugar en aquel perdido lugar, Bruno se dedica a explorar la zona, ajeno a las advertencias de sus padres. Así conoce a Samuel, un niño judío de su misma edad que vive al otro lado del muro electrificado y viste el famoso pijama de rayas. Bruno y Shmuel traban una profunda amistad, que los llevará a compartir horas y confidencias. Pero la curiosidad y la inocencia les hará vivir una inesperada experiencia, la misma que marcó a miles de judíos durante el holocausto.
El libro no es nada del otro mundo pero se lee muy fácil, lo que lo convierte en una obra accesible a mucho y muy variado público. A mí no me transmitió nada nuevo ni me emocionó en ningún momento, aunque sí se puede decir que su lectura es entretenida. Su autor, el irlandés John Boyne, ha escrito otras cuatro novelas, aunque con ninguna obtuvo tanta repercusión como con ésta, que obtuvo además varios premios.
Como suelo hacer siempre con los libros adaptados al cine, quise ver también la película basada en la novela.
He de decir que "El niño con el pijama de rayas" es una novela bien escrita, razonablemente inteligente, amena, breve y con un enfoque quizás original.
En mi blog hoy de "Amigas"...Ser felices.
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