Amig@s do Mar

viernes, 22 de julio de 2011

Un poema especial












Era apacible el día
y templado el ambiente
y llovía, llovía,
callada y mansamente;
y mientras silenciosa
lloraba yo y gemía,
mi niño, tierna rosa,
durmiendo se moría.
Al huir de este mundo, ¡qué sosiego en su frente!
Al verle yo alejarse, ¡qué borrasca la mía!.

Tierra sobre el cadáver insepulto
antes que empiece a corromperse…, ¡tierra!
Ya el hoyo se ha cubierto, sosegaos,
bien pronto en los terrones removidos
verde y pujante crecerá la hierba.




¿Qué andáis buscando en torno de las tumbas,
torvo el mirar, nublado el pensamiento?
¡No os ocupéis de lo que al polvo vuelve!
Jamás el que descansa en el sepulcro
ha de tornar a amaros ni a ofenderos.

¡Jamás! ¿Es verdad que todo
para siempre acabó ya?
No, no puede acabar lo que es eterno,
ni puede tener fin la inmensidad.

Tú te fuiste por siempre; mas mi alma
te espera aún con amorosa afán,
y vendrás o iré yo, bien de mi vida,
allí donde nos hemos de encontrar.

Algo ha quedado tuyo en mis entrañas
que no morirá jamás,
y que Dios, por que es justo y porque es bueno,
a desunir ya nunca volverá.

En el cielo, en la tierra, en lo insondable
yo te hallaré y me hallarás.
No, no puede acabar lo que es eterno,
ni puede tener fin la inmensidad.

Mas… es verdad, ha partido,
para nunca más tornar.
Nada hay eterno para el hombre, huésped
de un día en este mundo terrenal,
en donde nace, vive y al fin muere,
cual todo nace, vive y muere acá.

Rosalia de Castro.


Este Poema va dedicado a mí hijo David,
que hace 11 años me ha dejado para siempre..
¡¡Te quiero tanto querido hijo!!... siempre estarás en mí pensamiento..
y en mí corazón...
Jamás te olvidaré..mil besos van hacía el "cielo"


...


lunes, 18 de julio de 2011

Todos los días al sol

y al viento, y al frío y a la lluvia...

Anoche me acordé de este señor que fotografié hace tiempo, en unas escaleras de la Ciudad Vieja de A Coruña y me pregunté dónde se estaría resguardando de este diluvio y de las noches de frío. Me pregunté qué sería de tantas y tantas personas que no tienen más techo que un cartón, ni más casa que un portal.





Y me desperté hoy con verguenza por quejarme de cosas sin importancia, de la humedad de las paredes, de los cristales empañados, de las fotos que se arrugan, de la ropa que no se seca, del tiempo, de cosas....pero que podemos hacer nosotros??....

.

El grito


Creí que todo era tan fácil como descorrer una cortina, pensé que era mejor estar que ser. Me quise desdoblar en las esquinas, colgarme de la vida por los pies. Pedí, pequé, abusé, besé. Fui polen, polvo, grano, arena, harina. Busqué tu mano, enorme, ayuda, amiga. Mas aquí nadie vino,quizá es que no grité demasiado.

LECTURAS DE VERANO



Como se nos presenta un verano de largos días y, quién sabe, de hamacas a la sombra de palmeras y daiquiris clavados en la arena, me permito sugeriros algunas lecturas que, al gusto, os proporcionen una compañía placentera o al menos de fiar:
Os aconsejo Purga, una historia preciosa. Con el trasfondo político de La Gran Purga, una joven víctima del tráfico de mujeres logra huir de sus captores y es acogida en Estonia por una anciana, con la que mantiene un vínculo muy especial. La historia nos acerca al conflicto histórico de ambos países y a la desgarradora realidad de las mujeres sometidas a la trata. Recuerdo que en la última Feria del Libro, al presentar Ángela Vallvey su última novela “El hombre del corazón negro”, de temática similar, los asistentes debatimos sobre el camino que sigue conduciendo a las mujeres a estas redes cuando a estas alturas deberían de estar ya bastante prevenidas. Caímos en la cuenta, ignorantes, de que ante la miseria y la falta de libertad uno cree hasta el final que su caso será distinto y conseguirá salvarse, como el inmigrante que se aventura a traspasar un océano en una patera, o la víctima del cáncer que lucha convencida de que cuanto más empeño ponga más debilita la enfermedad.
Precisamente bajo este espinoso debate, el del origen y la cura del cáncer, se cuece otro libro que a mí particularmente me ha impresionado, y a veces dolido. El autor francés, Emmanuel Carrere, nos acerca al cáncer, no como una enfermedad que viene del exterior, sino como parte de la identidad de algunos hombres, de esos que sueñan a menudo con que caen en el vacío. Seguiría desmarañando el argumento de De vidas ajenas, a poder ser hasta estrangular alguno de sus capítulos, pero sería una lectora perversa y una consejera desleal si os negara el placer de descubrirlo por vosotros mismos.

Y por último, si os tienta descubrir o redescubrir la literatura con mayúsculas del siglo XX os traigo a la memoria dos obras cumbres, El gran Gatsby, de Scott Fitzgerald, que es mezcla de ingenuidad y de alma negra, como encarna a la perfección Mia Farrow; y El extranjero de Albert Camus que se mueve por la gravedad con maneras de andar por casa y que contiene en la acusación del fiscal una de las razones por las que hoy en día amo la literatura.
En fin, os deseo un verano gratificante. Ah, y una última sugerencia, cuidaros de cometer pecados y, de ser inevitables, que se deban solo al calor.Ser felices.